Por decir algo...
El (Beta)Blog de Agustín Raluy
jueves, enero 20, 2005
(In)Validez estadística
Con este post no pretendo abrir nigún debate moral ni religioso, sólo quiero hablar de 'encuestas' online y de estadísticas. Y es que, en lo que llevamos de semana he recibido ya tres emails y he leído dos blogs con un común denominador: me invitaban a participar en una encuesta online publicada en la edición digital del periódico El Mundo.
Este es el enlace hacia la encuesta en concreto. Allí nos preguntan si aprobamos la conducta de Ramona Maneiro al facilitar el cianuro que causó la muerte a Ramón Sampedro. Pues bien, otras cosas que tenían en común esos emails y esos blogs eran su orientación religiosa (católica) y, ya no sólo la invitación a participar en la encuesta, sino que además incluso sugerían cual debía ser el sentido del voto.
No me parece mal que un determinado grupo de opnión se movilice a través de la red para lograr un propósito. Todos lo hacen, tanto en la red como fuera de ella. Por motivos políticos o económicos. En realidad por cualquier motivo, y también sin motivo. En la misma red, a diario llegan emails o aparecen webs pidiendo firmas casi para cualquier cosa. Son las multitudes inteligentes (o no) de las que nos hablaba Rheingold. Que hagan lo que quieran y que pidan lo que quieran. A fin de cuentas se trata de un asunto de libertad: libertad para pedir un voto, libertad para no votar lo que te indican o libertad para elegir vivir o morir.
Sin embargo, lo que me interesa del asunto es la propia encuesta. ¿Qué validez puede tener? Todos sabemos que para poder afirmar que los resultados obtenidos a partir de una muestra son representativos del conjunto de la población es necesario el cumplimiento de un conjunto de requisitos, así como un muestreo bien hecho. El mero hecho de hacer una pregunta así (cualquier pregunta) en la red desvirtúa cualquier resultado que se pueda obtener. Para empezar la muestra sólo recogería a una pequeña parte de la población: aquella que tiene acceso a la red, con lo cual el muestreo no sería correcto y el resultado no sería representativo. Las encuestas en la red sólo tienen sentido cuando la población objeto de estudio es la propia red, o cuando se utilizan como herramienta a disposición de una determinada población. Pero por el momento, todavía no pueden representar a la sociedad en general.
Y si a eso le sumamos el sesgo introducido por la campaña (imagino que habrá conseguido algunos votos) a la que hacía referencia antes... ¿realmente alguien se puede tomar en serio el resultado? Es más, si ese resultado fuese el preconizado por la campaña, ¿para qué serviría un dato no representativo, manipulado y sesgado? El autoengaño sirve para poco más que para tranquilizar conciencias...
Pero esto de las pseudoencuestas online también tiene sus cosas divertidas. Como por ejemplo el comprobar que el diario El Mundo vela por nosotros y muestra sólo resultados provisionales, pendientes de la revisión de votos fraudulentos, o la simpática coletilla que el diario AS añade a sus sondeos...
Estadísticas... hoy en día están en todas partes. Sin ir más lejos el otro día publiqué un post acerca de un informe bastante voluminoso lleno de estadísticas y más estadísticas (supuestamente bien hechas). En uno de los comentarios me preguntaban: ¿Qué interés le encuentras?. Todavía sigo dándole vueltas sin respuesta...
Publicado por AguR a las 08:16
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