Paradojas logísticas

El jueves parto para París. Se trata de un viaje de trabajo, pero espero poder sacar algo de tiempo para disfrutar de la cité.

Con la excusa del viaje y de la ciudad decidí comprar una cámara digital. Compra por Internet, por supuesto: un par de clicks, un número de tarjeta de crédito y a esperar a que llegue a casa... Y para amenizar la espera, la empresa de logística encargada del transporte ofrece un servicio de tracking para saber en tiempo real dónde se encuentra nuestro paquete. Este es el camino que ha seguido mi cámara digital:


Curioso... cuando llegue a casa tendré esperando un paquete que salió de París con el tiempo justo para llegar a Zaragoza antes de mi partida para... ¡París! Le monde est fou...


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