Por decir algo...
El (Beta)Blog de Agustín Raluy
martes, abril 11, 2006
Revisión
Por mi trabajo, casi a diario recibo información sobre distintos curso de formación destinada a profesionales y trabajadores por cuenta ajena.
De entre todos los cursos que llegan, posiblemente los más solventes y de mayor calidad son los que que imparte el Servicio de Asesoría Financiera de CAI.
Cuando llegué ayer por la tarde a la oficina me he encontré sobre la mesa con información sobre un curso titulado Internet: navegación y aplicaciones avanzadas. Buen título, vamos a ver cuál es el programa...
Uff... la primera en la frente. Y un poquito más abajo...
Lo peor de todo es que, aunque se deja bastantes cosas en el tintero (como los blogs), el programa es bastante completo. Incluso puede que lo hubiese recomendado entre mis compañeros de trabajo. Pero es que así no puedo, lo de Firebox todavía me está escociendo... ¿no sé supone que en la elaboración de cualquier folleto hay un proceso de revisón?
Debería ser tan sencillo como que alguien con capacidad y conocimiento suficientes examinase con detenimiento cualquier material que fuese a se publicado y aplicase las acciones correctoras correspondientes en caso de ser necesarias. Veámoslo con un ejemplo:
Supongamos que aprovechando las pasadas fiestas del Pilar, posiblemente la época del año en que Zaragoza recibe un mayor número de visitantes, alguien decide montar una caseta para promocionar la Expo 2008 en la Plaza de España, el corazón de la ciudad. Supongamos también que en esa caseta se reparten a todos los visitantes unos vistosos folletos con información sobre la ciudad y sobre la propia Expo. En un último esfuerzo de suposición, imaginemos que alguien detecta un error en el folleto, por ejemplo algún detalle sin importancia como puede ser la fecha de comienzo de la exposición e inmediatamente aplica las acciones correctoras necesarias. Y que el folleto, una vez corregido, se reparte entre las miles de personas que visitan la ciudad esos días...
Para qué negarlo... sentí un poco de vergüenza ajena cuando al abrir el folleto nos encontramos con el tachón y la corrección a boli... ¿No debería haberse dado cuenta de la errata alguien antes de pasar a imprenta?
E incluso aceptando el despiste... ¿qué es peor en este caso, el remedio o la enfermedad? Me pregunto cuánta gente hubiese notado la errata (junio en lugar de julio) teniendo en cuenta que se trata de un dato al que durante la lectura tampoco le prestamos demasiada atención. Bastantes fechas tenemos que recordar normalmente como para dar importancia al día que comienza la Expo, y más teniendo en cuenta que cuando se repartieron los folletos faltaban casi tres años para esa fecha. Lo que está claro es que con el tachón, todo el mundo lo notó...
Podríamos hablar ahora sobre qué es más importante en una campaña de comunicación, si la imagen que se quiere vender o la precisión y la veracidad de la información que se entrega, qué pesa más en la balanza. Podríamos hablar de si el tachón con corrección, una sana y transparente costumbre bloguera, es aceptable en la comunicación tradicional. Pero hay tantísimos matices que casi mejor lo dejamos para otro día. Hoy prefiero quedarme con la idea de que todos (yo el primero) nos equivocamos más de lo que nos gustaría y que en muchas ocasiones, un pequeño proceso de revisión nos ahorraría más de un problema.
Y bueno, dicen que no hay mal que por bien no venga. Después de leer el folleto del curso, siempre puedo decir que he aprendido una palabra nueva...
Publicado por AguR a las 18:29
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