Por decir algo...
El (Beta)Blog de Agustín Raluy
martes, abril 24, 2007
Compitiendo en valores
Hace ya mucho tiempo que las grandes marcas de ropa y calzado deportivo dejaron de centrarse en el producto y en sus cualidades en sus campañas de comunicación.
Y así empezó la competencia en valores: rebeldía, cultura de equipo, capacidad de esfuerzo y de sacrificio, superación personal, poder de la voluntad... dicen los expertos marketeros no hay nada como apelar a lo más noble que uno lleva dentro para crear, mantener y reforzar una imagen de marca.
El último movimiento en esta carrera lo protagonizó Adidas, que a principios de marzo lanzó su campaña Impossible is Nothing, centrándose en las historias de conocidos deportistas y en los duros obstáculos que tuvieron que superar para llegar a su posición actual.
Uno de los protagonistas de esta campaña, junto con David Beckham, Yeleya Isinbayeba, Gilbert Arenas o Jeremy Warimer, es el futbolista argentino Lionel Messi, que nos contaba su historia en este video:
En general, las campañas asociadas a deportistas y eventos deportivos suelen estar vivas. Vivas en el sentido de que el día después de la consecución de un título o similar, páginas a todo color felicitando la hazana inundan los periódicos y a los pocos días las vallas de las grandes ciudades. De la misma manera que en la reserva estaba el anuncio b) por si nuestro equipo o deportista perdía esa final y había que felicitarse por haber llegado tan lejos...
No había nada no previsto. Hasta ahora. El pasado miércoles, nuestro Leo Messi metió uno de esos goles que dicen 'hacen historia': cogió el balón, regateó a medio equipo contrario incluyendo al portero... y gol.
No ha pasado ni una semana desde entonces... y aquí la respuesta de Adidas Argentina:
Pero si han estado hábiles con el video, mucho más lo han estado con la creatividad gráfica, titulada El Gol Imposible:
¿Qué significa exactamente imposible?. ¿Que nadie cree que pueda hacerse?. Pensar "imposible" es una un pretexto para pararse aquí, para dejarse atrapar. Es la fracción de segundo que necesita tu adversario para robarte el balón. ¿Lo ves? Después de todo no era tan difícil, era simplemente imposible.Si es que, ya está visto... el que se despista pierde la carrera.
Publicado por AguR a las 15:47
|
El (Beta)Blog de Agustín Raluy